domingo, 16 de febrero de 2014

La comunicación en el matrimonio

LA COMUNICACIÓN ES UN ARTE
La comunicación antes que todo es una actitud de apertura al otro, que implica disponibilidad generosa para compartir, es decir para dar y recibir.
Sin embargo, la comunicación no es fácil; es un arte que se debe practicar continuamente para desarrollarlo en toda su plenitud y para sacar el mejor provecho de él; así como el deportista debe entrenar continuamente para mantenerse en forma, o el pianista debe practicar por horas para mantener las manos ágiles en el manejo del teclado, así también nosotros como seres humanos necesitamos practicar al máximo y mejorar cada día la calidad de nuestra comunicación.
Y hablamos de calidad cuando nos referimos a que estamos llamados a compartir con la persona que amamos no solamente las cosas que hacemos durante el día y lo que hemos aprendido, sino ir más al fondo de nosotros mismos.
En días pasados conversando con unos esposos de 37 años de casados, unidos, felices y realizados con su matrimonio les preguntamos qué consideraban ellos que les había ayudado a mantenerse unidos y aún enamorados y respondieron: "Desde que nos casamos todos los días procuramos sacar un tiempo par los dos. Nos sentamos por unos minutos el uno frente al otro y abrimos nuestro corazón. Compartimos no sólo los pormenores del día, sino también nuestras angustias, temores, sueños, ideas, pensamientos e ilusiones; y hemos aprendido a conocernos y a aceptarnos.
Más aún, hemos aprendido a escucharnos y nos sentimos personas valiosas porque lo que decimos es siempre importante para el otro, aunque sea la cosa más tonta; hasta cuando callamos."
Esto nos ayudó a comprender que verdaderamente el que ama sabe escuchar, inclusive el silencio. Porque éste también forma parte de la comunicación . Como cuando el marido regresa del trabajo agobiado por múltiples problemas y no tiene deseos de hablar. Una esposa comprensiva capta su silencio, comparte su preocupación y, por supuesto, que sabe esperar el momento oportuno para oír de él todo lo que está sucediendo. Y para esto sólo se necesita que haya un interés sincero, un poco de atención, la sensibilidad de escuchar, y el ánimo de comprender y el compartir sincero. Un oído abierto es el único signo fidedigno de un corazón abierto. Y escuchar es el 90% de una buena comunicación porque todos necesitamos desesperadamente que se nos escuche.
Así es como nos sentimos valiosos e importantes. Porque qué sería de nosotros si hablamos y hablamos y nadie se interesa por lo que decimos ? .
La comunicación es el lazo de unión entre las personas, con mayor razón entre marido y mujer, porque disuelve las barreras, favorece la comprensión recíproca, facilita la solución de los conflictos e inclusive contribuye a prevenirlos; posibilita la cooperación para el logro del bien de los dos y hace que la convivencia no sólo sea tolerable sino agradable y no sólo agradable sino también fructífera y enriquecedora.
Se puede entonces lograr la unidad en el matrimonio siempre y cuando exista una buena comunicación entre los cónyuges.
La comunicación no consiste simplemente en decir o en oír algo. La palabra comunicación en su sentido más profundo significa "comunión " ; compartir ideas, sentimientos, etc. en un clima de reciprocidad. La comunicación es la acción de compartir; de dar a otro una parte de lo que tenemos. Y dentro del matrimonio es dar lo mejor que poseemos: !nosotros mismos!, y recibir en nuestro corazón a esa persona maravillosa con la cual un día decidimos en plena libertad unir nuestras vidas para siempre.
Sea pues éste el momento para hacer un llamado a todos los matrimonios de hoy, y también quienes están en plan de casarse: Aprendan a comunicarse, tomen cursos si es necesario, pero den a su relación la importancia que merece. La incomunicación mata el amor. La comunicación no sólo es urgente y necesaria. Es VITAL porque mantiene vivo el amor de los esposos.

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